Es evidente que, de un tiempo a esta parte, todo está cambiando rápido y de forma casi impredecible, y la economía no se queda atrás.
Los ingresos que antes llegaban, ahora no, y quien iba justo, ahora vive en "rojo". Las necesidades familiares están en la cuerda floja, las deudas nos afectan. Toca asumir, gestionar en pareja, llegar a acuerdos y/o negocionaciones, y gestionar en familia después.
Calma. No agravemos las situación, con reproches y tiranteces. Toca ver los números y ser creativos para generar oportunidades para como salir adelante.
* Pon orden toda tu documentación, y lístala, para tener, en un golpe de vista lo que hay, y puedas valorar.
* Reduce tus gastos al mínimo. Vende o intercambia todo lo que no necesites, o de lo que puedas prescindir, según tu necesidad de liquidez. Alquila, reutiliza, recicla y repara.
* Reduce tus deudas al máximo, según tus posiblidades: cancela préstamos, alivia financiaciones.
* Conversad en familia para conocer cuales son vuestras habilidades y capacidades. Esos serán vuestros "activos” personales para ayudar a resolver vuestros problemas financieros. Algunos podréis hacer labores para evitar contratarlas, o desarrollar ejercicios profesionales extras para aportar en la economía familiar (o ir cancelando deudas con esas ganancias).
* Mira a tu alrededor. En las personas de tu entorno puedes encontrar recomendaciones, alianzas, sinergias, ayudas, o incluso posibilidades de generar ingresos o mejorar en gastos.
* Estate atento. Conoce las nuevas tendencias, mantente al día para detectar oportunidades.
Habla con frecuencia y naturalidad sobre economía y finanzas con tus hijos. Desde pequeños ellos harán preguntas, y según su momento evolutivo y su motivación, podrás darles explicación. Qué es el dinero, para qué sirve, qué vale cada cosa en casa, qué es "la cesta de la compra", qué son las facturas, cómo hacemos para pagarlas, qué es trabajar, cuando dinero se puede ganar y cómo, qué es ahorrar, qué son las deudas y cómo evitarlas o minimizarlas... De manera sencilla y casi sin esfuerzo, irás integrando en la vida de tus hijos la información, y mejorando sus competencias emocionales y financieras. Los desafíos que estamos viviendo pueden ser un motor de crecimiento y unión, podemos aprender de los "escollos" que nos suponen, y que nos ayuden a entender y a crecer a todos. Ellos también se sentirán parte de la solución, poniendo de su parte con ganas e iniciativa.
Coge foco y avanza hacia la libertad financiera, desde la consciencia.
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