Los celos entre hermanos son una reacción natural. Más aún desde el mayor al pequeño, pues no puede evitar sentirse el "destronado", y cuanto más pequeño sea, más le costará entender, integrar y asumir el compartir.
Detrás de todo, hay un inevitable miedo a perder o ver reducido el cariño de sus padres, sobre todo el de la madre, que es la que se embaraza, pare y cría, es la que no se despega del bebé ni un segundo. Así que, si muestran celos, se garantizan que no pierden la atención de sus padres. Que no habrá abandono ni sustitución. Por supuesto, todo esto está sólo en la mente del niño, pero es su realidad, y necesita nuestra atención.
Desde ahí pueden venir, problemas con el sueño, de control de esfínteres, retrotraimiento, pérdida de autonomía o de concentración, hostilidad y desobediencia hacia papá y mamá, o en el cole, o con el resto de la familia. A veces o son demasiado cariñosos o despegados en exceso, tanto con sus padres como con su nuevo hermano, y van alternando de forma drástica.
La mejor manera para prevenir esto, es prepararles para la llegada del bebé, haciéndoles partícipes de todo el proceso, pero nunca responsables de nada, siempre teniendo en cuenta su momento vital y etapa evolutiva para expresarnos. También actuando con cariño y firmeza, garantizarle que nuestros sentimientos por él no van a cambiar.
Y cuando haya nacido el bebé:
Encuentra tiempo de calidad para ambos, juntos y por separado. Organízate y delega para ello.
No le ridiculices, ni le compares, ni le juzgues, y menos aún en público. Y, por supuesto, no expreses ni muestres preferencia por ninguno de los dos.
Organiza actividades conjuntas e integrativas, consultándole al crearlas, para darle su parte de responsabilidad y hacerle sentir útil e importante, porque lo es.
Es muy difícil dejar de ser el "sol" para pasar a ser una "estrella" más, en el "universo" familiar, así que, ayúdale mentalizándole, anticipando los cambios, cuidando y preservando todas sus rutinas, evita cambios vitales simultáneos, esfuérzate por prestarle tu atención, sobre todo en los primeros días y meses, intégrale en el trabajo familiar en equipo.
Explícale que el motivo de que tenga más atención por tu parte el bebé, es porque al principio no pueden hacer nada solos, pero que eso poco a poco pasará.
Cuéntale tu propia experiencia con tus hermanos.
Pero, sobre todo, escúchale, permitiéndole que exprese libremente sus sentimientos frente al bebé y la nueva situación familiar, empatiza, válida, y muéstrale tu comprensión, que es lo que más les ayuda. Ten paciencia, y dile siempre la verdad.
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